sábado, 25 de septiembre de 2010

El néctar

Cuerpo vibrante imantado
fluye en la amniosis,
se revela:
energía expansiva.

Cuerpo memorioso,
cuerpo sintiente,
mira el derrumbe de sus diques
destila el elixir:
savia en la que se diluye.

            [El agua: más fuerte que la muerte.]

Agua que corre
murmullo de la fuerza vital,
el grito se destila
en el hilo que se desmadeja:
en la fibra deshilacha.

Viento sin rumbo
sopla su aroma,
la garganta grita
abriéndose al fuego:
aliento inspirado.

              [El viento: tan fuerte como el amor.]

Florece la voz,
                              [expira]
florece el corazón,
los pétalos se bambolean
dispersos en el viento:
implosión que penetra,
rayo que cae vertical;
desde la altura
la divinidad desgarra
el tiempo de lo visible.

                               [Florece la flor: despertar.]

             [Late el corazón.]

Se asoma en la vibración,
se perfila en el tímpano:
un paisaje en movimiento:
círculos concéntricos que nos llevan
viaje adentro de la lluvia.

           [Sonoro el orígen Uno: conexión.]

Y en este llorar
el agua nos arrastra
hasta la mar
donde gota a gota
se agota la gota,
y todo uno.

Me disuelvo en la lluvia
y comprendo amar:
es devoción,
decidir arrojarse
al caudal de la sensación
néctar vital:
sabia vita.

 

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